La tormenta
-La tormenta-
-Y ¿Lo tienes?-
-Si, aquí está-.
-A ver-.
-Está un poco sucio-.
-¿Y qué querías que hiciera? Me la jugué bastante la verdad, todo está dentro igual-.
-El problema fue el “polaco”-.
-¿Qué pasa con el “polaco”?-
-Se puso re paranoico, no triunfó-.
-¿Triunfo? no te entiendo ¿Y qué hiciste?-.
-Lo deje a su suerte, ya lo deben de haber agarrado los perros-.
-Bueno, eso no importa ahora, ahora lo mejor es esperar ¿Que vas a hacer con tu parte?-
-Que se yo, vere en el futuro, ahora quiero estar en el presente-.
-Bueno, esperemos que un poco más, no me gusta el ruido de afuera-.
-Si no es nada-.
-Para vos, para mi es alarmante y esta tormenta no ayuda en nada-.
-Que se yo-.
-Claro ¿Que sabes vos? (Silencio largo) Lo tengo bien escondido en la vegetación, solamente espero que se pueda mantener a flote, no si el motor aguantara semejante viaje o tenga suficiente combustible, pero la tormenta es lo que más me preocupa-.
-¡¡¡¿Quieres partir ya?!!!-
-¡¡¡Te he dicho que no!!! La tormenta no ayuda en nada y no quiero rondar por ahí sobre todo de noche. Cuando acabe la tormenta y se silencien los ruidos nos iremos-.
-Si no nos vamos ahora será nuestra perdición, déjate de enredaderas-.
-Si salimos ahora estamos fritos idiota, deja de joder-.
-Bueno lo que tu digas (silencio)-.
Oigo unos pasos por detrás y todo se oscurece. De repente me despierto asustado por un fuerte trueno, tengo un dolor de cabeza terrible, el muy canalla debió golpearme con la empuñadura del revólver cuando estaba distraído. Debo haber estado inconsciente por horas ya que todo está silencioso, lastima que no tengo un reloj para fijarme. Solo estamos una mesa, una silla y yo.
-Ese cobarde-.
Me dejó sin nada y sobre todo sin lo más preciado. La tormenta no cesa y se hace cada vez más insoportable. Paso a ver por la ventana que es lo que ocurre, solo veo el mar totalmente desenfrenado. A lo lejos lo veo yendose a toda velocidad, pobre tonto. Siento algo de miedo ya que las olas lo agitan a más no poder, el viento le da vuelta la embarcación y los rayos no cesan alrededor de él. Si tan solo me hubiera escuchado ¿Porque no me escucho?
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