Cuento sorpresivo -La cabaña-
-La cabaña-
Entré corriendo lo más rápido posible a la cabaña. Esperaba que de noche y en el bosque no me encontrará pero bueno, era solo una esperanza. Volviendo a mi, cuando cerré la puerta estaba todo oscuro, pero literalmente todo oscuro. No se veía nada y lamentablemente no contaba con fósforos, solo podía entrar la luz de la luna por el espacio del picaporte. Algo que me llamó la atención era que dentro de mi escondite el piso estaba muy moldeable, paso que daba mis pies se hundían y desequilibraban un poco, no le di la menor importancia ya que tenía mucho miedo por quién me estaba buscando. Bueno, camine un poco por la cabaña para matar el tiempo aunque no veía nada, juro por Dios que escuchaba ruidos ahogados como suspiros y lo peor de todo era que venían del piso. Otra vez no le di importancia y mi atención se desvió a la puerta, o bueno, o donde supongo que estaba la puerta. Escuché unos pasos por fuera y pensé que era él, me quedé mudo. De repente la luz de la luna que entraba se vio tapada por el individuo. Pasaron unos minutos y seguía sin haber luz, por suerte la sombra se fue y me quedé más tranquilo. Decidí sentarme, el piso se sentía bastante cómodo por lo moldeable que estaba la verdad. Estaba tranquilo, bastante despreocupado diría yo. Por curioso volví a revisar mi bolsillo y descubrí que si tenía un fósforo. Decidí encenderlo y de pronto el horror. Estaba sentado encima de un montón de cuerpos en descomposición.
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